martes, 29 de septiembre de 2015

Etapa 29 y 1/2 del Camino a Santiago

La huella Más que un camino Ese día o noche no sé que pasó pero las peruanas, una madre con su hijo de 6 años y nosotros nos dió un arrebato y nos vestimos a toda pastilla pensando que era tardísimo...pues nos confundimos, porque eran las 06:00 de la mañana cuando estábamos saliendo por la puerta, pero ya una vez en el camino no había vuelta atrás. Era de noche total y sólo dos farolas iluminaban la calle,

La etapa de las risas en el camino francés

 El camino de las risas 

Nos levantamos alterados y con prisas pensando que eran las 07:00 de la mañana, pero no eran las 5:30 cuando nos levantamos, pero bueno ya en pie no íbamos a volver a dormir así que preparamos todo y nos pusimos en marcha.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

By Mom

¡Hellooooo! nos levantamos como iba siendo habitual de noche y encima con una niebla importante, interesante y fría. Recogí, venga no, recogimos a regañadientes sacos, toallas, ropa esparcida por todas partes (no va a ser todo maravilloso, de estas experiencias se aprende, la próxima vez cada uno su mochila) y salimos a lo que más nos motivaba que era andar, charlar, ver y disfrutar de silencios

martes, 22 de septiembre de 2015

Etapa 28 y 1/2 del Camino de Santiago by Son

A las 7:00 de la mañana ya levantados y con todo en marcha nos pusimos a caminar. Yo como en la caminata anterior tuve frío me puse el cortavientos y el pantalón largo para caminar tranquilo y con una buena temperatura.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Etapa 27 del Camino Francés

Es de noche en Sarria pero el movimiento en las literas hace que miremos el reloj, las 07:00 nos hemos dormido enano! En 15 minutos estábamos casi saliendo por la puerta del convento. Estaba clareando pero aún así la sensación de, ¿pero a dónde vamos a estas horas? se me pasaba por la cabeza pero al ver al enano a tope de energía y entusiasmo, enseguida se me borró y comenzamos a andar a toda pastilla adelantando a todos los peregrinos, que alucinaban al verme con un niño (había muy pocos cosa que me sorprendió porque pensaba que íbamos a encontrar cientos de ellos) y todos nos decían “buen camino”, a estas horas bajito

martes, 15 de septiembre de 2015

La "niña"

Después de seis horas y media de camino en tren, llegamos a Sarria. Y al acercarnos a ver un mapa para ubicar nuestro convento de la Magdalena coincidimos con Mario, un valenciano que emprendía el camino al igual que nosotros por vez primera. Y encima íbamos al mismo albergue, ¡qué coincidencia nada mas llegar! El enano enseguida comenzó el interrogatorio a Mario y así caminamos juntos, conociéndonos un poco (es una de las miles de cosas buenas que tiene el camino: conocer gente estupenda) y contándonos el porqué de hacer este viaje. En mi caso las razones principales eran, pasar tiempo con mi hijo y conocernos más, disfrutando de su compañía, su ingenio, sus risas, silencios y a veces su pasotismo –jejeje–, pisar tierras gallegas por vez primera en toda mi vida, disfrutar de la naturaleza, conocer a peregrinos, sus historias y a los gallegos que son gentes maravillosas. Al lío; pues eso, que íbamos al albergue convento de la Magdalena encontrándonos con peregrinos solitarios, en grupo, en pareja, con mochilas, sin ellas, con los pies vendados..., pero todos tenían dos cosas en común, una era la cara de felicidad y la otra una frase que oiríamos y diríamos durante todo el recorrido: «¡BUEN CAMINO!». Míkel ha contado por encima la llegada y la primera etapa y media que nos hicimos, así que yo sólo voy a contaros algunas cosillas que ha pasado por alto, como la primera mujer a la que preguntamos si íbamos bien encaminados hacia el albergue y nos dijo que sí, pero a parte de eso nos contó una gran historia sobre la antigua cárcel ahora convertida en Concellería de Turismo y centro de exposiciones y museo (donde más tarde descubrimos que ella era una de las artistas y muy buena por cierto). Después de la visita a la cárcel fuimos a la terraza del albergue Matías, donde el enano se puso morado de tapas gratis con su Coca-Cola sin cafeína (¡menuda lucha!) y yo mi vinito. La segunda mujer que nos topamos, maravillosa, fue la encargada del albergue, creo recordar que se llamaba Nina y al decirle que no teníamos nada reservado ya que no sabíamos cuanto aguante tendríamos, nos buscó alojamiento a 35 kilómetros no sin antes llamar a Portomarín (fin de la primera etapa a 22,5 km de Sarria) a todos sus albergues y hostales. Una auténtica máquina, muchas gracias por tus gestiones y buen hacer. Al final no hubo que dormir bajo el techo de las estrellas. La cocina y zona de comedor nos sorprendió, completamente «full-equipped», podías comprar cosas básicas como spaguetis y tomate para lo que fue nuestra cena y la de Nina, nuestra segunda mujer maravillosa a la que invitamos. La tercera fue Esperanza una mujer positiva, feliz, graciosa y genial donde las haya. Vive en Madrid pero sus orígenes son de la República Dominicana, un bombón. Se quedó prendada de Míkel y no paraba de repetirme: –«¡Qué Dios te lo guarde!», a Míkel le hacía gracia que le dijera eso. El primer hombre estupendo fue Mario, el valenciano, y al igual que Esperanza, tienen sus respectivos mujer y marido y ambos tienen hijos. Pero decidieron hacer el camino solos para ver si era una experiencia buena para compartir con la familia. Y la respuesta la sabréis al final de la historia claro, esto es sólo el principio. Bueno, va llegando la hora de irse a dormir, así que sacamos nuestros macutos de las taquillas (un invento estupendo es tener un enchufe dentro para cargar tus dispositivos electrónicos, un adelanto) los sacos de dormir, pijamas..., pero se nos olvidaron los tapones, los antifaces y la linterna. Es broma, yo caí rendida y sólo escuché al enano un rato, muerto de la risa, metiéndose en el saco y yo haciéndole fotos (tengo que pedirle permiso para subirla porque es una de las mejores de todo el viaje) y, más tarde, cabreado, porque había unos que le enfocaban con la linterna, otros que roncaban, otros que cuchicheaban, se reían..., pero a las diez de la noche todo quedó en calma. Buenas noches amor, luna llena.

Matias
Terraza del albergue Matías en Sarria

El "adulto"

Hola soy Míkel, mi madre y yo hemos hecho el camino de Santiago desde Sarria hasta Santiago 110 km más o menos. Al llegar a Sarria lo primero que hicimos fue buscar nuestro convento que se llamaba el convento de la Magdalena. Dejamos todas las cosas y nos fuimos a picar algo. Fuimos a